martes, 23 de agosto de 2011

MARIA ROSA JURADO DE JIJON (Diario la Republica Ecuador) escribe para Maria Fernanda Cereceda, 16 de agosto de 2011


¿Cómo es María Fernanda Cereceda?

La conozco desde niñas, cuando íbamos juntas a la primaria en La Asunción. Yo me cambié a otro colegio en la secundaria y poco a poco, fuimos perdiéndonos la pista.
Nuestro reencuentro tuvo lugar en un sitio mágico, en el cráter del volcán Pululahua, cerca dela Mitad del Mundo. Allí donde dicen que existe un portal a otra dimensión y donde se escuchan historias de ovnis que se ven en las noches, retomamos la conversación en el punto donde la dejamos la última vez, y nos quedó claro a las dos que, en adelante seríamos inseparables. El destino que nos separó volvió a ponernos frente a frente cuando tenía que ser.

Ella me ha pedido que hable en el día de su exposición, porque dice que yo conozco su alma.
Yo confieso que es cierto.

A veces, dos personas logran tal nivel de intimidad, tal nivel de confianza, que pueden abrirse sus corazones mutuamente, como se abren las flores al beso del sol, y entonces se crean entre ellas lazos eternos, que trascienden todas las dimensiones.
Nuestra amistad es de ésas de las que suele decirse que"han sido hechas en el cielo", por la cantidad de similitudes y cosas que nos unen: las dos venimos de familias largas, con muchas hermanas, las dos teníamos una estrecha relación con nuestros padres, que ya han partido… A las dos nos gusta leer los mismos libros, hablar de los mismos temas, y escucharlas mismas canciones… Las dos entendemos la espiritualidad de la misma manera.
Es una relación fácil en todo sentido, con una comunicación fluida, y una compenetración natural y profunda.

Comenzando por el principio, o volviendo al origen… como ella diría, María Fernanda pinta desde los dos o tres años de edad, cuando su papá le dio por primera vez papel y lápiz., Comenzó dibujando círculos, luego les puso caritas, patitas, ojitos y antenas!... Afirma que parecían marcianitos. Los conserva hasta hoy, porque fueron sus primeros esbozos de rostros y figuras, y desde ese momento, nunca más dejó de dibujar y pintar.

-¿Porqué pintas, María Fernanda?,pregunto yo.
-“Porque es una necesidad interna de expresarme, dice ella, ni siquiera me he detenido mucho a analizarlo...lo he hecho toda mi vida y amo lo que hago. Es mi conexión personal con mi parte más sensible, interna e intuitiva, que a su vez me conecta con la creación. Cuando pinto me siento realmente desconectada de este plano, las horas no pasan Y esta forma de expresión tan personal e íntima mía, deja de ser íntima, cuando decido compartirla con los demás. Es un regalo que Dios me da y que yo decido compartir. Creo que todos venimos con algo para dar, y lo mío es el arte.

Maria Fernanda siente una gran responsabilidad como artista. Como ella dice: “a través de mi arte puedo llegar a las fibras más sensibles del ser humano y transmitir un mensaje que llegue, no solo a nuestra sociedad, sino también a todo el mundo: el arte y la pintura, no necesitan de palabras ni lenguajes pre- determinados, o muy planificados para expresarse..., pienso que hoy más que nunca el ser humano debe sensibilizarse en medio del caos en que vivimos...yo no me inclino a la idea de que el arte debe reservarse solo para un grupo de intelectuales, el arte debe llegar a todos, al alma, a las fibras más sensibles... el arte debe acercar al ser humano a su parte espiritual, a través de un lenguaje sencillo, a través de la belleza.

Pienso que mi pintura tiene sus raíces arcaicas en mis orígenes mediterráneos. He llegado a pensar que en algún momento viví en la época de la antigua Grecia, y aún más atrás...siempre he amado las culturas ancestrales y el misterio que encierran, y, de alguna forma, esto sale siempre en mis pinturas”.

Sus artistas preferidos son los pre-rafaelistas, y los anteriores a estos, como Tintoretto, Leonardo, Rafael.
De los Ecuatorianos, siempre ha preferido la obra de Mideros, incluso tiene dos pequeños dibujos de él con fecha 1924, que son regalo de su padre.
De los actuales, le gustan los artistas figurativos Newyorkinos, como Gabriela Gonzales Dellosso, Cesar Santos, y la obra de la artista brasileña Beatriz Milhazes, entre otros.

-¿A quien admira María Fernanda?,pregunto.
Ella responde:
-“Admiro a mis hijos, que son el regalo más grande que Dios me ha dado. Si hablamos en general, admiro a la gente sencilla, a la que se levanta día a día y puede apreciar la belleza de un cielo azul, el canto de un pájaro... que puede ver la belleza de la creación, admiro al hombre del campo, al que va construyendo a través de su trabajo, de labrar la tierra, de la humildad y el amor, un mundo mejor....admiro a aquellos que son lo que son y que no pretenden demostrar lo contrario, pero que tratan día a día de ser mejores”.
Yo, por mi parte, admiro de Maria Fernanda su capacidad de lucha, su espíritu inquebrantable, su tenacidad, su fortaleza espiritual, y su naturaleza cariñosa y efusiva.

-¿Qué legado te gustaría dejar?
-“Aparte de mi descendencia que es mi mayor tesoro, mi legado es mi arte”, dice ella.

-¿Y tus sueños? ¿Con que sueña María Fernanda?
-“Sueño con un mundo mejor”, dice. “Con un mundo de hermandad, donde el amor, el respeto, la solidaridad y la esperanza sean pilares de la nueva sociedad, sueño con un mundo sin guerras, sin odios ni rivalidades, sueño con que en algún momento, luego de un proceso difícil a nivel planetario como el que estamos viviendo, venga un nuevo tiempo...donde todo lo bueno sea posible”.

-¿Para quién, o para qué pintas?
-“Pinto para mí misma y para todos aquellos que se sientan identificados con mi arte. Hay una conexión profunda entre mi obra y yo, mi obra es un reflejo de misma, de mi alma, quien ve mi obra, me está viendo a mí. Esa es la relación entre el arte, el artista y el espectador. Por eso el arte es tan universal, tan amplio, por que hace que el artista deje de ser un solo individuo para convertirse en un vínculo con todo y con todos.
Mi obra no obedece a planes pre-determinados, los temas surgen como resultado de circunstancias que marcan mi vida, de personas que llegan y son un detonante para plasmar un mensaje nuevo en mi obra., pero siempre está presente como hilo conductor, el vinculo con la espiritualidad, con identificarnos con los valores más puros, con la sensibilidad”.

-Si pudieras definirte a ti misma, ¿cómo lo harías?
-“Yo me definiría como una mujer, madre y artista, que aceptó su mayor reto el momento en que decidió traer a tres seres humanos al mundo, formarlos y amarlos, y tener el privilegio de ser co-creadora con Dios en su obra aquí en la tierra...a través también de mi arte”.

Yo, personalmente, que no soy más que su amiga y su confidente, siento que la obra de María Fernanda está llena de candor y de pureza, de inocencia y de amor, de magia y espiritualidad. Creo que todo el amor que María Fernanda tiene en sucorazón se desborda por sus pinceles, así como la ternura se desborda de sus ojos cuando ella sonríe.
Creo que podemos sentarnos durante horas a ver sus cuadros, sin cansarnos, y que podemos establecer un diálogo con ellos a un nivel intuitivo, para descubrir que tienen que decirnos acerca de nosotros mismos. Quizás mirándolos, lleguemosa recordar quienes fuimos y quiénes somos, tal vez a través de ellos logremos contactar con nuestro ser superior, tal vez sean un talismán para reconocer el conocimiento y el poder que alcanzamos una vez en las épocas doradas de nuestra civilización.

Como miembro de la raza humana que soy, te agradezco, amiga, por compartir tu arte con nosotros y por irradiarnos tu luz.

Eres indispensable. Te amamos.

María Rosa Jurado
16.8.2011








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